El concepto de movilidad eléctrica está cambiando: cada vez son más los sectores relacionados con el transporte que se electrifican.
Cuando se habla de movilidad eléctrica se piensa de inmediato en los coches. Al fin y al cabo, este sector ha evolucionado muy rápidamente en los últimos años y cada vez hay más coches con batería en la carretera. Pero, en realidad, el concepto de «movilidad eléctrica» es mucho más amplio y cada vez son más los sectores relacionados con el transporte que se electrifican.
La nueva movilidad eléctrica
Dentro de unos años, no será raro ver vehículos totalmente eléctricos surcando los cielos, las aguas y, cada vez más, las calles. Incluso hoy en día, en comparación con hace años, el aumento ha sido increíble: a la hora de comprar un medio de transporte, para todo tipo de desplazamientos, cada vez son más las personas que consideran el eléctrico como su primera opción. Obviamente, hay algunos sectores que están más preparados que otros y ya tienen una oferta muy amplia, pero podemos esperar que la brecha se reduzca mucho.
Crecen las motores y los escúteres eléctricos
En las ciudades, ya no es raro ver escúteres eléctricos. De hecho, cada vez son más las empresas que proponen alternativas eléctricas a los escúteres de 50 y 125 cc. Vehículos, por tanto, adecuados para la movilidad urbana y para distancias limitadas. Los vehículos de dos ruedas son cada vez más populares, sobre todo en los grandes centros urbanos, donde pueden acceder a zonas a menudo prohibidas a los modelos con motor de combustión interna. Algo distinto ocurre con las motos eléctricas, cuya tecnología aún está «inmadura». Dejando de lado por un momento los prejuicios sobre la ausencia del sonido del tubo de escape, imprescindible para muchos motoristas, las prestaciones ya son muy interesantes gracias a las características de los motores, cada vez más tecnificados. La limitación que está frenando a muchos potenciales compradores reside en la todavía demasiado limitada autonomía debido a las baterías que tienen, con la tecnología actual, una capacidad adecuada dado el poco espacio disponible. En cualquier caso, hay algunos modelos interesantes en el mercado, como los de Energica y Zero Motorcycles, que se pueden recargar desde estaciones normales como las de Plenitude + Be Charge.
El mundo del transporte se electrifica
Quienes viven en grandes ciudades probablemente ya se han dado cuenta de ello. De hecho, incluso el transporte público se está decantando progresivamente por los vehículos totalmente eléctricos. Pensemos, por ejemplo, en la ciudad de Milán, que quiere eliminar todos los autobuses diésel para 2030, sustituyéndolos por modelos eléctricos. En este sentido, la ATM de Milán firmó hace tiempo un acuerdo con Solaris para el suministro de varios centenares de autobuses eléctricos que cuentan además con sofisticadas soluciones de seguridad. Hablando de vehículos comerciales, las furgonetas y camiones eléctricos están creciendo en el mercado.
Desplazamiento eléctrico incluso en el agua
El sector náutico también mira con interés la electrificación: no nos referimos a las pequeñas embarcaciones eléctricas que llevan bastante tiempo en el mercado y que también utilizan los turistas, sino a barcos con importantes prestaciones en términos de velocidad y autonomía. En este sentido, no podemos dejar de mencionar, por ejemplo, a Candela, una empresa sueca que ha producido una serie de embarcaciones eléctricas entre las que destaca la Candela C-8, que se comporta como una especie de hidroala para reducir la fricción sobre el agua. Tiene una velocidad de crucero de 24 nudos (30 nudos de velocidad máxima) y cuenta con una autonomía de hasta 50 millas náuticas, unos 93 km. Con sus 8,5 metros de longitud, puede albergar hasta ocho pasajeros y podría utilizarse como una especie de taxi en ciudades como Venecia.
Aviones eléctricos, ¿el viaje del futuro?
El sector de la aviación también está llevando a cabo varios proyectos relacionados con la electrificación. Empezamos con los interesantes eVTOL, es decir, los aviones eléctricos de despegue y aterrizaje vertical. Se habla mucho de ellos y se cree que son el futuro del transporte de corta distancia. Estamos hablando de aviones que pueden utilizarse como taxis voladores para conectar los centros cada vez más atascados de las grandes ciudades con lugares como los aeropuertos. Varias empresas y algunos fabricantes de automóviles están invirtiendo y trabajando en este campo. En Italia ya se habla de cómo regular estas aeronaves y de la creación de «vertiporti», es decir, trivialmente, miniaeropuertos para los eVTOL. Incluso la aviación «tradicional» está trabajando en aviones equipados con motores eléctricos. Por el momento, estos aviones no son capaces de transportar un gran número de pasajeros, debido a las limitaciones tecnológicas de las baterías.
También monopatines y bicicletas eléctricas
Por último, no hay que olvidar todos aquellos productos que entran en la categoría de micromovilidad eléctrica. Hablemos, pues, de los patinetes eléctricos que se han abierto camino, con cierta polémica, en las ciudades italianas, o de las bicicletas eléctricas, cada vez más apreciadas por su flexibilidad de uso. Son medios excelentes tanto para desplazarse de forma ágil y con poco esfuerzo por la ciudad, como para aventurarse por algunos senderos abruptos en la montaña (obviamente, utilizando un modelo especial, como una bicicleta de montaña). En colaboración con