Consejos para comprar un coche eléctrico de segunda mano
¿Estás pensando en comprarte un coche eléctrico y quieres recurrir al mercado de segunda mano? Estos son algunos consejos a tener en cuenta a la hora de evaluar un coche de batería en el mercado de segunda mano. De hecho, hay ciertas comprobaciones que deben realizarse con mucho cuidado. Un coche eléctrico, motor y batería aparte, no difiere demasiado de un modelo endotérmico. Así, gran parte de las comprobaciones recomendadas para verificar la salud del vehículo no difieren de las «clásicas». Donde realmente hay que prestar atención es en la capacidad restante del acumulador. Dado el elevado coste que supone sustituir la batería, si es posible hacerlo en el modelo considerado, es esencial asegurarse de que sigue funcionando correctamente. Pero vayamos por partes.
Comprobaciones generales recomendadas
En primer lugar, recordemos una regla fundamental que puede parecer obvia, pero que siempre es bueno reiterar. Las revisiones deben ser realizadas por mecánicos, es decir, por profesionales que sepan evaluar con precisión el estado del coche y sean capaces de detectar averías invisibles para los legos en la materia. El bricolaje puede ser una tentación, sobre todo para quienes tienen poca experiencia mecánica. Un aficionado, sin embargo, nunca podrá alcanzar el nivel de conocimientos de quien hace del automóvil su profesión: si tenemos un amigo mecánico o un profesional de confianza, siempre es buena idea contactar con él. Entonces, ¿cuáles son las comprobaciones generales que hay que realizar en un vehículo eléctrico? Como ya se ha dicho, son más o menos las de un coche endotérmico normal. Debe comprobarse el estado de los neumáticos, los frenos, la carrocería, el interior y todos los elementos clásicos sometidos a un mantenimiento regular. En el caso de los eléctricos, hay una ventaja importante. Dada la ausencia del motor endotérmico, no será necesario comprobar el funcionamiento de todas sus partes mecánicas. Los propulsores eléctricos, como sabemos, prácticamente no requieren mantenimiento y tienen una vida útil mucho más larga que las unidades de combustión interna. Por supuesto, siempre es importante comprobar si el coche ha pasado todas sus revisiones con regularidad y averiguar si ha sufrido algún tipo de accidente. En este sentido, es posible encontrar varios servicios en línea que reconstruyen el historial del vehículo.
Verificar el estado de la batería
Llegamos ahora al aspecto más importante que hay que comprobar en un coche eléctrico: el estado de la batería. Quien compre un coche eléctrico debe saber que, con el tiempo, la batería pierde capacidad debido a diversos factores (antigüedad, número y tipo de recargas, etc.). Esto significa, en términos sencillos, que si cuando es nuevo puede permitir al coche recorrer, por ejemplo, 400 km, después de 4-5 años de uso, permitirá al vehículo recorrer distancias más cortas con una sola carga. En jerga técnica se habla de “State of Health” (SOH), y es un valor que se indica con un porcentaje. Al 100 % significa que la batería dispone de la máxima capacidad. Con el tiempo y el uso, el valor SOH tenderá a disminuir. Es cierto que las baterías tienen una garantía que permite su sustitución a cargo del fabricante, pero no es menos cierto que es necesario que la batería pierda mucha capacidad (de media, una pérdida del 30 % en un plazo no superior a 6-8 años) para poder reclamar su sustitución en garantía. Por lo tanto, no se puede confiar en que la garantía proporcione tranquilidad. El riesgo es que acabes con un coche por el que hayas pagado mucho y que recorra menos kilómetros de los prometidos en un principio. Pero, ¿cómo vemos este importante parámetro de la batería? El vendedor tendrá que certificar este extremo. Si es un particular, tendrá que ponerse en contacto con un concesionario o un servicio de certificación. Si, por el contrario, el coche ya está en un concesionario oficial, es el propio vendedor el que tiene que hacerse cargo de este importante valor que, por supuesto, debe ser lo más alto posible. ¿Y si no nos fiamos? En algunos casos, esta comprobación puede realizarse de forma independiente. Todo lo que requiere es un poco de experiencia técnica, un lector Bluetooth o WiFi para conectarse al puerto OBD del coche y un pequeño software para smartphone. Todavía hay algunos coches eléctricos en el mercado que se compraron originalmente con una batería de alquiler. Se trata principalmente de los Renault Zoe. En estos casos, hay que tener en cuenta que, además del coste del coche, habrá que pagar la cuota mensual que, sin embargo, no disminuye con el tiempo. En cambio, con la batería de alquiler, en caso de problema el fabricante interviene inmediatamente y la sustitución es siempre gratuita.
Saber qué se está comprando
Puede parecer trivial, pero hay que conocer bien el modelo que se pretende comprar. Tenemos que comprobar exactamente qué versión nos ofrecen: los fabricantes venden sus coches eléctricos diferenciándolos, en algunos casos, solo por la capacidad de la batería. Por lo tanto, es crucial preguntarse qué versión del coche estamos considerando. El riesgo es que creamos que estamos comprando un modelo con una batería determinada y luego nos encontremos en realidad con una batería diferente. Además, los coches más antiguos pueden tener conectores de carga cada vez menos comunes (como CHAdeMO), lo que podría provocar problemas a la hora de recargar energía. Siguiendo con el tema de la recarga, tenemos que comprobar la potencia máxima de corriente alterna y corriente continua a la que podemos «recargar» el coche que queremos comprar. En general, hablando del cargador del coche, es preferible una versión trifásica de 11 kW o 22 kW para reducir el tiempo de carga completa en las estaciones de recarga públicas. Y si es el primer eléctrico que tienes, recuerda estudiar bien cómo funciona la recarga para entender todo lo que necesitas para recargar energía en casa o en la carretera. Hablando de aplicaciones de recarga, la app Plenitude+Be Charge permite acceder a miles de puntos de recarga en toda Italia, tanto Quick como Fast, con gran facilidad. Además de las tarifas de pago por uso, existen paquetes o abonos de prepago que permiten ahorrar dinero si se piensa utilizar el transporte público con más frecuencia. En colaboración con