En los últimos tiempos, los vehículos eléctricos e híbridos han conseguido hacerse con cuotas de mercado cada vez mayores.
El mercado mundial del automóvil lleva tiempo lidiando con la crisis de los semiconductores y la cadena de suministro, con un preocupante descenso de las matriculaciones respecto al año anterior. La crisis de los semiconductores ha obligado a los fabricantes de automóviles a detener la producción en distintos grados y a eliminar progresivamente de sus listas de precios determinadas opciones y accesorios. Un claro ejemplo son Peugeot y BMW, que hace poco han convertido respectivamente los velocímetros digitales en analógicos y han eliminado ayudas a la conducción como el head-up display. En consecuencia, la ralentización de la producción ha paralizado las entregas de los nuevos coches, con tiempos de espera de incluso más de seis meses. Sin embargo, frente a este trágico telón de fondo, aumenta, en total contraste, la propensión de los consumidores a comprar coches eléctricos. De hecho, en los últimos tiempos los vehículos eléctricos e híbridos han conseguido hacerse con cuotas de mercado cada vez mayores. Las últimas cifras compartidas por la Asociación de Constructores Europeos de Automóviles (ACEA), muestran una cuota de mercado de vehículos totalmente eléctricos e híbridos enchufables cercana al 20 % del total en el tercer trimestre de 2021. Mientras que las versiones electrificadas crecieron un 57 % interanual hasta 212 000 unidades, las enchufables lograron un aumento del 43 % hasta 197 000 unidades. Refuerza las cifras también el desplome casi vertical de las versiones diésel, que poco a poco van desapareciendo de la circulación, al menos en sus versiones «más puras». Se trata de una aclaración obligada y necesaria, ya que en el mercado existen varias soluciones hibridadas que funcionan con gasóleo en lugar de gasolina. Para volver a encontrar coches diésel en lo más alto de la clasificación hay que remontarse casi 10 años atrás, una fecha muy lejana por cierto.
Precios de los combustibles
A la caída de las ventas de coches endotérmicos se suma el precio del combustible, que ha subido casi sin límite en las últimas semanas, sobre todo en Italia. Mientras que la gasolina parece haberse ralentizado hasta ahora, estableciéndose entre 1,7 y 1,8 euros por litro, lo que sigue estando muy por encima de los niveles de los últimos meses, el gasóleo sigue registrando subidas estelares que no se veían desde 2014. Por si fuera poco, entre las intenciones del Gobierno de Draghi también estaría el deseo (no confirmado oficialmente) de equiparar el precio del gasóleo al de la gasolina para desincentivar su compra. En este sentido, Massimiliano Dona, presidente de la Unión Nacional de Consumidores, señaló que el Gobierno debería intervenir con una serie de acciones para contener el aumento del precio de los productos energéticos y ofrecer un apoyo claro a los ciudadanos. El aumento del combustible también afecta, casi indirectamente, al coste de la vida, empezando por todos los productos de primera necesidad que se transportan sobre ruedas. Siempre según Dona, desde principios de año, repostar 50 litros cuesta unos 15 euros más en el caso de la gasolina y 14 en el del gasóleo, lo que supone un aumento del 21 % y el 22 %, respectivamente. Además del gasóleo y la gasolina, el gas natural también ha subido mucho, costando hasta cinco veces más que el precio al que estábamos bien acostumbrados. El aumento del valor del metano también podría provocar, a corto plazo, un aumento del precio del AdBlue, el aditivo introducido con los motores diésel Euro 5 y Euro 6 para reducir el óxido de nitrógeno y los NOx.
¿Cuál es la opinión en Italia?
Un estudio reciente de Global Automotive Outlook que encuestó a 8000 consumidores (en China, Francia, Alemania, Italia, Japón, Reino Unido y Estados Unidos) revela que el porcentaje de conductores con intención de comprar un coche solo eléctrico se ha duplicado desde 2019, pasando del 11 % al 25 % a nivel mundial. ¿Y en Italia? La encuesta revela que el 38 % de los italianos encuestados comprará con toda probabilidad un BEV como su próximo coche; se trata de un porcentaje elevado e incluso superior a la media de algunos países europeos (con Francia y Alemania en el 14 % y el 17 % respectivamente). Sin embargo, persisten algunas preocupaciones relacionadas con la autonomía de las baterías (42 %), la escasez y falta de homogeneidad de los puntos de recarga (41 %) y el precio del vehículo (30 %). Es precisamente este último aspecto el que menos temen los italianos, definidos como «bev belivers» que, encuesta en mano, estarían dispuestos a no renunciar a la compra incluso ante un precio de catálogo un 15 % más caro que las soluciones endotérmicas. Un resultado alentador aunque no tenga en cuenta las microsituaciones que pueden existir región por región, seguramente una ayuda sustancial y constante del gobierno con una serie de acciones podría ayudar en este sentido. La encuesta muestra que los consumidores, en particular los compradores actuales, son fieles a su elección (92 %) y, por término medio, proclives a comprar en línea (42 %)..
¿Cómo incrementar todavía más la cuota de mercado?
Para que la compra de coches eléctricos resulte más atractiva, es necesaria una acción constante por parte del Gobierno, como se ha mencionado anteriormente, para facilitar el acceso a las listas de las muchas soluciones que ofrecen los fabricantes. Numerosas, ya que en los últimos meses han aparecido en el mercado varias soluciones de marcas que han decidido incorporar el proceso de electrificación de una forma más concreta y sólida. Hoy en día, casi todas las marcas ofrecen al menos una solución 100 % eléctrica debido al cambio de ritmo que se espera en los próximos años, y las bonificaciones puestas a disposición por el gobierno y las regiones nunca son suficientes y se agotan muy rápidamente. La autonomía, por otra parte, es un aspecto que todavía asusta a un buen número de consumidores que siguen viajando con motores endotérmicos, a pesar de que los últimos avances tecnológicos permiten un kilometraje respetable en algunos casos y de que posibles actualizaciones futuras del software podrían aumentar aún más la autonomía. Un ejemplo es Audi, que en los últimos días ha aumentado la autonomía del Q4 e-tron en un 5 % (unos 30 km) con una simple actualización. Quizá el mayor obstáculo, que aún llevará algún tiempo, sea la ubicación de las estaciones de recarga en la ciudad, fuera de ella y, sobre todo, en la autopista. Para quienes conducen un coche eléctrico, averiguar dónde están las estaciones de recarga no es solo un ejercicio de conocimiento, sino una verdadera necesidad. Sin embargo, gracias al Plan Nacional de Recuperación y Resiliencia del Gobierno de Draghi, están en camino 750 millones de euros para construir 7500 puntos de recarga en autopistas y casi 14 000 en ciudades. En los próximos meses podríamos contar también con un apoyo real para nuestros viajes fuera de la ciudad. En colaboración con: